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¡LLEGA LA ÉPOCA DE PODAS!

Durante los meses de otoño e invierno estamos en un buen momento para realizar poda en árboles, ya que en esta época se produce un descenso en el metabolismo de las plantas, y con ello el impacto de cortar parte de su estructura leñosa es menor.  Las podas difieren según el árbol. No es lo mismo la poda de un árbol frutal que para una correcta fructificación requiere realizarse todos los años, que la de un árbol ornamental que solo debe podarse cuando sea necesario. Existen varios tipos de poda, de formación, pinzamientos, saneamiento, de fructificación, tras la floración, de rejuvenecimiento, de floración, etc. Si no se hiciera poda de formación y se dejará al árbol totalmente libre, seguramente tendría un aspecto poco ornamental o “salvaje” y eso, en la mayoría de los casos, no conviene. Según la especie, requerirá más poda de formación o menos, por ejemplo, un abeto, un liquidámbar o, en general, las coníferas ornamentales necesitan una mínima poda de este tipo. Una vez que tenemos el árbol bien formado, es decir, con la copa a una cierta altura, con sus ramas principales y secundarias elegidas y bien dispuestas, habrá que controlar durante el crecimiento de cada planta, durante toda la vida del ejemplar, si necesita una poda de mantenimiento. Esta poda consiste en eliminar elementos indeseables como ramas secas, chupones, ramas con riesgo de rotura, ramas que estorben el paso de personas o toquen cables o edificios y aclarar la copa del exceso de ramas. ¡Contácta con nosotros si necesitas este servicio!
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